Creo que Franck Thilliez será uno de los mejores descubrimientos que haré este año en el género de novela negra y policial.

Thilliez dejó cautivado a miles de lectores con El Síndrome E, su anterior novela, además de dejarlo con el corazón en un puño con el impactante final de dicha novela.

“En nuestro genoma, comisario, hay miles de aliens. Están entre nosotros, agazapados en los recovecos de nuestro ADN”

Gataca es una continuación cronológica de El Síndrome E. Creo que no es necesario una lectura de la anterior para engancharse a ésta, pero si que considero que es totalmente recomendable hacerlo para empaparse de todo el proceso que vivieron el comisario Franck Sharko y la detective Lucie Henebelle y, sobre todo, para cerrar según en palabras del autor, del díptico sobre la violencia que son en su conjunto las dos novelas.

«La lateralidad y la violencia están relacionadas. Los zurdos son más numerosos en las sociedades violentas”

La mayor fuerza de Gataca para los amantes de la lectura es el proceso que vivirán de nuevo Sharko y Henebelle en esa bajada a los infiernos que representará la desaparición de las hijas de la segunda y la investigación que realizarán para intentar estar en paz. Creo que la química que destilan los dos personajes va más haya de las páginas del libro y hace que tengamos ganas de leer y leer para saber lo que finalmente les acaecerá.

Otra de las virtudes de la novela es la forma de afrontar los casos, paso a paso, a la antigua usanza, en su forma más pura, haciendo que el lector sea uno más de los investigadores.

Las pistas serán dejadas por Thilliez de forma paulatina para que tengamos tiempo de ir configurando el puzzle del caso, lo que también provoca que el final no sea precipitado, gran error en muchas novelas de nuestros días. El final llega de forma natural.

“Las vidas se hacen y se deshacen y Dios no tiene nada que ver. Tiene un enorme esparadrapo en la boca y las manos atadas a la espalda”

Franck Thilliez también consigue que nos hagamos preguntas y ponernos la mosca detrás de la oreja. A mí siempre me han encantado las novelas que tienen un valor añadido y es indiscutible que Gataca lo tiene.

Quizás muchos puedan criticar las revelaciones que nos intenta vender Thilliez, pero es lo que tiene la estadística. Es indudable el gran trabajo de investigación y documentación que ha realizado el escritor para poder construir Gataca.

«En cuanto a los zurdos que lean mi novela, espero que les haya planteando un gran interrogante»

Thilliez sabe enlazar de forma magistral todas las piezas del caso, y considero que no era nada fácil ante la magnitud de lo que nos presenta. Quizás en algunos momentos se exceda en explicaciones teóricas, aunque sorprendentemente, el autor escribe en el epílogo que ha intentado mesurarse mucho. Yo creo que algunas páginas menos en ese sentido no le hubieran ido mal a la novela por aquello de mantener la tensión y el ritmo.

«la Naturaleza no alcanza a distinguir el bien del mal, simplemente trata de resolver una ecuación increíblemente compleja, y una cosa es cierta: había corrido un riesgo enorme al crear al hombre»

Me queda pendiente la lectura de su primera novela El ángel rojo que sirvió de carta de presentación del comisario Sharko. Estoy convencido que algún día tendré el tiempo necesario para afrontarla.

En definitiva, Gataca es de esas novelas que enganchan desde su inicio y que, estoy convencido, hace que las estadísticas de lectores crezcan generando nuevos lectores. No sé cuánto tiempo tendremos que esperar para poder disfrutar de nuevas historias, y lo que más me preocupa: ¿tendrán continuidad sus personajes principales? Espero que sí.

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