SINOPSIS
Siglo XI. Madrid es una pequeña ciudad de frontera recién reconquistada a los musulmanes. El rey Alfonso VI quiere que colonos cultiven las tierras vacías y repueblen el reino. Los recién llegados tienen que vivir fuera de la muralla, en los arrabales, sufriendo la amenaza constante de un nuevo ataque morisco. Santiago es un joven campesino leones que junto a su joven esposa viaja, en pleno siglo XI, a la pequeña ciudad fronteriza de Madrid. La ciudad ha pasado a manos cristianos recientemente tras la derrota del reino taifa de Toledo. Tras la llegada a la ciudad Santiago descubrirá que la mayor parte de las tierras son para los nobles y tiene que ponerse a trabajar en la hacienda de Wilfredo, conde de Astorga. La bella mujer de Santiago, Ana, será acosada por uno de los hijos del conde llamado Rodrigo. Al final, Rodrigo consigue violar a Ana y Santiago será condenado a la cárcel por un robo que no ha cometido. Santiago logra escaparse y refugiarse en los arrabales musulmanes, haciéndose pasar por uno de los sarracenos que ha decido quedarse en la ciudad tras la conquista. ¿Qué ocurrirá a Santiago y su familia? ¿Cómo era la dura vida de frontera? ¿Terminarán la muralla antes del ataque musulmán? ¿Lograrán los hombres y mujeres libres vencer la tiranía?
Os
he de confesar que tenía sentimientos encontrados cuando leí la sinopsis de la
novela. Por una parte me atraía la idea de saber un poco más sobre un periodo
que siempre me ha apasionado, pero por otro lado temía que fuera la típica novela histórica llena de arquetipos
donde las páginas van pasando y tu emoción va decreciendo.
Ahora,
una vez finalizada la lectura podría decir que El reino del cielo de Mario
Escobar me ha ganado e incluso le diría al autor que con algunas páginas
más, desarrollando ciertos temas por los que pasa de puntillas o incidiendo más
en alguno de los personajes, hubiera hecho que la novela fuera aún más redonda.
Sí,
ya sé que estáis pensando: y si lo
hubiera hecho así se quejaría de que le sobran páginas. Y os contesto: depende de lo que se desarrolle. El
autor tiene que elegir bien aquello que quiere contar y a mí personalmente el
inicio de la novela me ha costado un poco entrar en ella, también un poco
cansado de las novelas de trayecto, pero llegados a Magerit
(lo que después será Madrid) la novela remonta mucho y se hace interesante para
luego decaer en la parte árabe de la historia (tiempo medio) y subir de nuevo en
la parte final: el desenlace, pero sin obtener las cuotas que en el tempo
medio. El final se podría calificar de previsible, pero resultón.
Mario
Escobar es de nuevo uno de esos autores que se intenta abrir camino a golpe de
Amazon y en su caso con bastante acierto. Por comentar algunas de sus novelas
más conocidas: El club Verne o El plan de Himmler, dentro de la Saga
Misión Verne.
Si
buscáis un poco más veréis que existe controversia con respecto al nivel
literario de sus novelas. Existen tantos detractores como defensores. He leído
algunas críticas no ya ácidas, sino irrespetuosas con el autor.
Quizás
no le hace ningún bien intentar compararse con según que autores o libros, pero
creo que es casi inevitable que lo haga él y que lo haga los lectores, ya que
esta misma El reino del cielo podría recordar al perfume de algunos conocidos best-sellers.
«A veces
la supervivencia consiste en traicionarte muchas veces, para no tener que
abandonar a los tuyos.»
Me
han gustado la mayoría de los personajes que componen El reino del cielo y que
ayudan a seguir con interés lo que en definitiva nos quiere contar el autor:
¿Cómo se gesto el Madrid que hoy conocemos? ¿Cuáles fueron sus inicios?
Creo
que es la primera vez que leo sobre el tema y me ha resultado muy interesante,
y como digo, con ese punto de interés por el devenir de los personajes.
Y
con todo una pequeña pega al respecto. No sé, espero no equivocarme cuando digo
que un padre hace 20 años que no ve a su hijo y
se encuentran, cara a cara. ¿Creéis que es posible y creíble que no se
reconozcan?
Y
ese mismo padre se encuentra con alguien al que le juró la muerte, y de nuevo
cara a cara no se reconocen.
Creo
que son aspectos que se deben cuidar o quizás yo sea un quisquilloso de esos
que le cuesta creer las cosas y no piense que en el S.XI con la suciedad, las
barbas, los ropajes y demás pudieran pasar esas cosas.
Pero
tampoco debemos darle más importancia al tema.
El
gran acierto de El reino del cielo es acercarnos a la historia de forma amena,
sencilla, atractiva, dinámica, con una escritura sin florituras.
La
pega, lo comentado, el no arriesgar un poco más en el desarrollo de la novela y
profundizar.
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