El guardián de los niños de Johan Theorin

A Johan Theorin lo conoceréis
por su famoso cuarteto de Öland de
las que a día de hoy se han publicado tres partes en España: La hora de las sombras, La tormenta de
nieve, La marca de sangre
.

El guardián de los niñosno se encuadra dentro de ese cuarteto. Es
totalmente independiente. De ahí que despertara mi interés. Quería descubrir y
comprobar de lo que era capaz Theorin
fuera de su Öland.

El guardián de los niñoses una novela de esas que claramente van de menos
a más. La historia comienza un poco lenta. Los capítulos se suceden sin que el
lector sepa hacia donde va todo. Os debéis dejar llevar para obtener el premio,
ya que pasadas las primeras cien páginas os comenzaréis a dar cuenta que no
todo es lo que parece, y que, quién más, quién menos, tiene intereses
encontrados.

El autor, como viene siendo habitual, sabe manipular, engañar y seducir de
forma muy sutil dejando ir pequeñas sospechas, recuerdos, insinuaciones, que
van tejiendo esa tela de araña invisible en la que nos veremos inmersos al
final de la historia. Como ya he dicho, se tiene que tener un poco de
paciencia, pues durante esas primeras cien páginas te puedes llegar a preguntar
varias veces hacia dónde va todo. Pero debéis confiar en el autor (si que es
antes habéis disfrutado de su obra) pues todo tiene un porqué.

Johan Theorin, al igual que hace en su cuarteto, sigue
indagando, bajando al infierno del mal. Se podría decir que sigue obsesionado
en construir una biografía del mal e intentar escribir sobre todas y cada una
de las formas de mal. A mi no me parece una mala opción, aunque seguro que a
algunos lectores les puede llegar a cansar, pero como digo, a mi me ha gustado
el enfoque que nos presenta en esta novela.

La construcción de dicha novela también me ha gustado. Es de esas donde te
puedes enganchar a las diversas tramas. Tiene tres partes bien diferenciadas:
época actual, época adolescente del personaje principal y época adulta anterior
a la actual. La primera es el carro que tira de las otras dos, la más larga y
extensa. Pero donde está el verdadero jugo de la historia es en esas otras dos
partes. En la parte adolescente, veremos la construcción psicológica del
protagonista y en la parte adulta una historia un poco rara y que nos tendrá un
poco fuera de juego.

Con es normal, las tres historias se unirán para formar un todo explicativo
de la novela: de dónde partimos y a dónde nos dirigimos.

Aunque no estamos en Öland, Theorin nos vuelve a transportar a un
lugar bastante sombrío, con poca gente, poco habladores y muy reservados. Todo
ello llena a la novela de un halo de frío (que menos, ¿no?). A mi me ha gustado
la ambientación. Además el lugar, la escuela infantil a lado de un
psiquiátrico, no tiene desperdicio, junto a sus pasillos secretos y las
múltiples conspiraciones que existen.

Lo mejor de la novela es la tensión narrativa que le imprime Johan Theorin a toda la novela, pero
insistiendo de nuevo, tenéis que estar predispuesto a dejarnos enganchar por
ese viento ululando, esas hojas que juegan por calles desiertas, niños sin miedo,
padres encerrados, cuentos infantiles, lo que parece un buen maestro, sus dulces
compañeros de trabajo, el tímido y la banda de los cuatro, el grupo de música
en un triste bar, y un buen final.

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